Ya no puedo esperar más

Ya no puedo esperar más
Hoy necesito verte
He tardado en atreverme
pero me lo pide el cuerpo
exige que te secuestre
y que te lleve al huerto

¿Ves que valiente soy?
no disimulo ni escondo
No me pierdo en excusas
ni fuerzo argumentos
No pido ayuda a las musas
ni doy a nadie tormento
Solo me permito
y eso, de cuando en cuando,
algún loco pensamiento
roto en líneas, rimadito,
mientras te aguardo
y provoco
Ese es mi pasatiempo.

Ya no puedo esperar más
tendrá que ser pronto, muy pronto
recuerda en aquel coche
me parecías mayor
la luna eclipsaba la noche
no estaba lista ni al tanto
no andaba preparada
para abrazar tu calor
“Espera a que crezca” -decía-
“si quieres ganarte mi amor”
Ese aire inalcanzable
esa gran sabiduría
tus mares, tus ríos
todo me aburría
Nada me impresionaba
y tú aún así lo intentabas
mil historias en tus ojos
labios rosas y no rojos
Despertaba alguna cosa
atractiva, peligrosa
demasiado pal body
(y pa’ mi walkman de sony)

¿Y yo qué? una juventud
de media sonrisa
botones de madera
los domingos a misa
leche con colacao en la nevera
muchas dudas y premisas
Fragancia de jazmín
una crema de Yves Rocher
un espejo para mí
inocencia o candidez
cautiverio o calvario
Qué más da
fue hace siglos
y aún florecen jazmineros
y aún persiste esa tienda
y aún se fabrica ese coche
y aún hay día y hay noche
y aún cautiverios y espejos.

Ya no puedo esperar más
necesito tenerte
y eso que empiezas
a parecerme muy joven
Más rápida, más vibrante
dos pasos por delante
Que sirva esto de aviso
no forzaré un nuevo encuentro
si me rechazas, me pierdo.
No me des largas, te advierto
esperar ya no es lo mío.
Escucho tu nombre y suspiro
me invade la impaciencia
y quisiera quemar Valencia.

Anticipo la entrega
me imagino en tus brazos
Veo escrita tu inicial
y me tiemblan las rodillas
una “V” en cursiva
emoción de bajada y subida
Siento tu perfume
en el aire de abril
y me digo que por fin
hay justicia divina.
Luego vuelvo a ser
la misma joven de quince
que te dio calabazas
que te dio caldo y tres tazas
que te dijo: suave, lince
prueba otro día, más tarde
esa que abrió la puerta
y vio cómo te marchaste

Ya no puedo esperar más
Hoy necesito verte
no te olvides de mí
es cuestión de vida o muerte
No bromees con retardos
te lo digo en plata (y oro)
Anda, mi amor ven conmigo
perdona a esa cría, te imploro
Vida… no pases de largo.

Sobre la poesía

Voy a ser un poco osada y afirmar así, como sentando cátedra, que  la poesía sirve (disculpadme el utilitarismo) para transmitir ideas de una manera especialmente poderosa y que en este sentido no tiene rival.  Pero el suyo no es un dominio por la fuerza, sino algo natural y por eso no necesita defensores (ni me necesita a mí). Hay algo abierto en la poesía, menos dirigido, más evocador que nos conecta con niveles más sutiles que el puro discurso secuencial de la prosa o el ensayo; Tal vez se parezca así a la pintura no figurativa o a la música (la menos estándar)…

Quizá por esa cualidad más inasible, los maestros zen utilizan Koanes que dejan perplejo al estudiante y producen ese choque que los lleva a salir de su pensamiento habitual. También los haikus trabajan con las emociones que despiertan estas sencillas composiciones poéticas. Por eso mismo, tratar de apresar el significado de un poema es un esfuerzo inútil. La belleza accede entre los huecos, como la luz a través de dos manos entrelazadas. No hay nada que obtener (¡uy, qué zen!). Es difícil expresar esta cualidad con palabras. Sí, mejor relajar los músculos, los sentidos y dejar que nos lleve.

Voy a romper un poco la ensoñación. Decía Sartre en ¿Qué es literatura? que el escritor de literatura y prosa (el dramaturgo también) utiliza el lenguaje como instrumento y en cambió el poeta se pone él mismo al servicio del lenguaje. Al primero se le debía pedir compromiso, pero al segundo es inútil exigirle esto.

«Los poetas son hombres que se niegan a utilizar el lenguaje… En realidad, el poeta se ha retirado de golpe del lenguaje- instrumento, ha optado definitivamente por la actitud poética que considera las palabras como cosas y no como signos. Porque la ambigüedad del signo supone que se le pueda atravesar a voluntad como un cristal y perseguir más allá a la cosa significada, o volver la vista hacia su realidad y considerarlo como objeto. El hombre que habla está más allá de las palabras, cerca del objeto; el poeta está más acá. Para el primero, las palabras están domesticadas; para el segundo, continúan en estado salvaje. Para aquél son convenciones útiles, instrumentos que se gastan poco a poco y de los que uno se desprende en cuanto no sirven; para el segundo son cosas naturales que crecen naturalmente sobre la tierra, como la hierba y los árboles»

A esto podíamos añadirle una visión lírica. ¿Qué diría un poeta? No sé, improvisemos, tiremos de Oscar Hahn:

Invocación al lenguaje

Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.
Ya me tienes cansado
de tanta esquividad y apartamiento,
con tus significantes y tus significados
y tu látigo húmedo
para tiranizar mi pensamiento.
Ahora te quiero ver, hijo de la grandísima,
porque me marcho al tiro al país de los mudos
y de los sordos y de los sordomudos.
Allí van a arrancarme la lengua de cuajo:
y sus rojas raíces colgantes
serán expuestas adobadas en sal
al azote furibundo del sol.
Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.

Volvamos a Satre un momento y a la literatura engagée. Un escritor comprometido parte de una intención clara (por ejemplo, defender la libertad del individuo) y el resto, su relato y cada palabra que escoge sirven para llevar al lector exactamente allí. El lenguaje es aquí una herramienta. En la poesía, en cambio, las palabras no se pueden vaciar de su sentido. No es lo mismo esta que aquella. Y hay que contar con el ritmo también y la rima. Aún así, si todo fuera tan sencillo, si todo fuera mera forma, la poesía sería intraducible a otro idioma (y es cierto que este es un buen debate), pero no solo hay palabras en juego, hay ideas o mejor, invitaciones, algo libre de formarse en cada mente y de hablar a cada espíritu, en cualquier idioma.

Yo creo en la capacidad transformadora de la poesía. Si nos toca, si despierta algo, ¿no indica eso que hay quizá una zona por encima de lo puramente lineal, algo que también nos puede mover y por qué no cambiar?

Serpenteemos y para terminar este paseo reencontrémonos de nuevo con Oscar Hahn y a partir de aquí que cada cual vaya y venga como desee.

Ningún lugar está aquí o está ahí…

Ningún lugar está aquí o está ahí
Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio

Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez

Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza harta fuerza
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares

 

Feliz día Mundial de la poesía!

Felices Fiestas, creatividad y atrevimiento

Se acaba el año y os deseo a tod@s Felices Fiestas. Espero que vengan tiempos de armonía y creatividad, de lecturas, conversaciones y felicidad. Días de apostar por nuestra esencia y de atrevernos a compartir.

Sin mucho más rollo os iba a dejar un poema de Neruda que tenía aquí ya preparado, pero, cuando estaba ajustando el formato, de pronto he sentido una voz…  «Chica, va, venga, no me utilices a mí…. estás hablando de creatividad y atrevimiento… deja mi poesía en paz un ratito y regala algo tuyo… Ah, ¿que tú no escribes poesía? A mí qué me cuentas, insisto, estás hablando de creatividad y atrevimiento, pues eso… algo tuyo»

Y así me he quedado con Neruda congelado y pensando… vale, y si fuera algo mío…?

 

¿Y si fuera algo mío

qué pasaría?

algo que sin pensar

cayera aquí ante vosotr@s

que se atreviera a ser, a mostrarse

¿Y si fuera algo que insinuara el alma

que no dejara dudas, que inocente apuntara

con el dedo de un ángel o la espalda de un diablillo?

una traviesa ocurrencia de más de seis diferencias, puntos

que sueñan ser algo, no sé si abeto o pluma, solo escondida figura

¿Y si fuera algo mío

que no pudiera borrar

que permaneciera vivo,

me perdonaréis la osadía?

sé que sí, sé que siempre

y así, confiada, pulso el «enter»