Es difícil dar consejos en lo creativo y sin embargo los buscamos. Porque, bien entendidos, son alentadores y muy útiles y porque nos pueden ahorrar muchos problemas. Al fin y al cabo, hay alguien que ya ha pasado por ahí y que ya sabe cuál es el mejor modo de hacer lo que tú quieres. En su camino, ha identificado los obstáculos y -mejor aún- ha encontrado un modo de abordarlos. A esto lo llamamos experiencia y es muuuy valiosa.
Pero, si es difícil aconsejar es, sencillamente, porque cada persona es un mundo y en la creación, también. Somos distint@s y nos influye y moldea nuestro contexto, nuestra formación y nuestra personalidad. Así que o que le va bien a un@, para otr@ es imposible. Kafka, comparándose con Balzac decía aquello de: «en el bastón de Balzac se lee: rompo todos los obstáculos y en el mío: todos los obstáculos me rompen». Quizá para la vida práctica es mejor ser un Balzac, pero artísticamente nadie va a cuestionar el genio y la sensibilidad de Kafka. Y es que ambos autores son únicos y valiosos y solo nuestras preferencias (el gusto de la época y nuestra forma de ser) nos acercarán más a uno u otro.
Si te gusta inspirarte con los consejos de otros escritores, casi siempre verás que te recomiendan leer mucho, escribir cosas que te interesen y trabajar duro. Pero a lo mejor también te confundes con instrucciones contradictorias:
- Busca un lector ideal Vs No escribas con nadie en mente.
- Trabaja en solo un proyecto a la vez Vs Escribe varias cosas a la vez.
- No mientas Vs Miente todo el tiempo.
- Emociónate Vs no escribas bajo el imperio de la emoción.
- Mírate el ombligo Vs Olvídate por completo de ti.
- Reconoce tu genialidad Vs No te tomes muy en serio a ti mismo.
¡Personal e intransferible!
Algunas cosas no son tan contradictorias como parecen, pero las que sí lo son es porque reflejan el pensamiento y sentimiento de personas muy distintas (incluso de momentos vitales diferentes). Es quizá por eso que el mejor consejo que se puede dar es aquello de: busca, compara y -si encuentras algo mejor-, cómpralo. Sí, sin ningún temor, compromiso o reparo. ¡Si te gusta y te funciona, cómpralo! O dicho de otra manera: encuentra lo que va bien para ti. Para ello, nada más efectivo y didáctico que proceder según el ensayo/error. Necesitas poner a prueba todo, pasándolo por el tamiz de tu experiencia.
Además del ¿qué me funciona? es importante el ¿cómo soy? Esto implica necesariamente un trabajo interior, un conocimiento de uno mismo, cuanto más profundo, mejor. Es cierto que se puede escribir desde un abordaje más externo, objetivo, pero un autor que se conoce tiene más herramientas sea cual sea su estilo.
La mala noticia es que esto implica trabajo, tiempo y dedicación; la buena es que las recompensas valen su peso en oro. Y están hechas a tu media.
Háblame de ti
No es una tontería lo de conocerse o un tópico propio de autor profundo. Tiene muchas implicaciones también superficiales pero muy prácticas y por las que podríamos empezar ahora mismo. Por ejemplo, vamos a hablar de ti, no de Isabel Allende o Benedetti. A botepronto, y según tu experiencia…
¿Trabajas mejor por la mañana o tu inspiración se dispara en las noches? ¿Con música? ¿Necesitas sentirte abrumado por una emoción para dar lo mejor de ti o eso mata tu creatividad? ¿Funcionas bien en el modo «trabajo profundo» o en la fragmentación de las horas robadas?, ¿te motiva que se acerque el límite de un plazo o te bloquea? ¿Necesitas planificarlo todo o te mueres de aburrimiento antes un esquema argumental?, ¿Trabajas quieto o necesitas moverte? (esta va en serio); ¿Recuerdas más en imágenes o en palabras? ¿Eres explosivo, rápido y eléctrico o por el contrario más diésel, capaz de sostener un estado de motivación? ¿Te preocupan más tus estados emocionales o los problemas sociales? Al tomar notas, ¿eres más efectivo apuntando en el móvil o necesitas una libreta y un boli? ¿Qué te apasiona y qué te da aversión?, ¿qué cosas, situaciones, personas, condiciones, propician tu creatividad?, ¿y tu productividad?
Si tienes las respuestas a alguna de estas preguntas, ya dispones de una valiosa información con la que ir modelando tu particular modo de ser creativo. Esto es solo el principio de un proceso que dura toda una vida, pero que, por fortuna, es acumulativo y esclarecedor.
Si no tienes muy claro las respuestas, puedes empezar a probar y registrar lo que funciona. Porque solo así, probando, podrás responder y ser tu propio consejero.
Muy buenos consejos. Si. Hay que conocernos a fondo, saber què nos funciona. Encontrar nuestro mètodo. A mì por ejemplo siento que me ayuda mucho relajarme con una copa. Escribo mejor, tengo mejores ideas al menos para hacer el «esqueleto», presentar la idea. Tampoco es como que me pongo borracha, no, sòlo relajada. Ya para pulirla lo puedo hacer a cualquier hora y en cualquier modo. Espero que mi hìgado sea aguantador. Jajaja! Saludos!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Ey, gracias por contar tu experiencia. Yo también estoy convencida de que, desde la relajación, se crea mejor y efectivamente ya para editar hay que poner otro tipo de atención que requiere más un ☕
Besos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona