Para estos días de cumpleaños, soledad y (falta de) contacto humano; para este marzo extraño, unos versos de Yeats (1865-1939) que iluminan nuestra experiencia. Mi quincuagésimo año había ido y venido, Me senté, un hombre solitario, En una tienda atestada de Londres, Un libro abierto y una taza vacía Sobre el mármol de la mesa….